Dejo mi sombra hecha ristras
el sonido de mis pasos
dejo mi voz áfonica
y sigo
abriendo camino al compás
del gran silencio del mundo
Dejo estos cuadernos en blanco
el espacio promisorio
de las canciones que ya nunca vendrán
dejo una luna plateada
moribunda
ya casi sin luz
Les dejo una guitarra sin cuerdas
y el mapa de una ruta
que nunca supe hacia donde iba
les dejo un paisaje todavía incomprensible
mi corazón
que arde como un sol apagado
yo tan solo les pido a cambio
algunos souvenir: cenizas, acordes, palabras inconclusas
y una promesa indefinida
de volver.
3 comentarios:
che pará... me gusta mucho este blog.
Aldana
Estos dos últimos poemas, verdaderamente emocionantes.
Felicitaciones.
poeta! cada vez más agudo cociendo tus palabras.
te felicito y te quiero mucho!
Ahora salgo del anonimato y tengo blog
jaja
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