IV
Y entonces la sensación mas horrible que al menos yo pudiera describir. Mas horrible que el dolor, que el padecimiento físico, que la soledad, porque en la soledad por lo menos se extraña y se desea a alguien que no llega. La sensación de la que hablo es no extrañar, es sentir que no hay nadie, es no esperar a nada y a nadie, es sencillamente no esperar. Es sentir que el mundo todo, con sus trenes y sus barcos, sus autopistas y sus avenidas, peatones viejos, jóvenes y niños, los semáforos, las bocinas, los periodicos, los tramites, las marchas y las contramarchas, las luchas, la sangre derramada, la sangre que corre secretamente como un rio debajo del asfalto, todo, esta adentro de una botella, que flota sin rumbo en un inmenso oceano, tan inmenso como el universo. Y entonces ¿Qué queda? Aceptarlo. Esta botella es mi mundo, allí las personas que sufren, que sienten, aquí yo que no puedo estar afuera, en el mundo imaginario de los dioses o de los simples hombres que en el otro mundo, arrojaron al oceano esta botella que es el nuestro. Y lo que la gente siente alrededor mío, es real su sufrimiento, es real mi sueño de hacer algo para que ese sufrimiento sea menor ,es real mi propio deseo de no sufrir, de ser feliz. Y aunque la realidad sea una botella que naufraga en el oceano, sigue siendo un mundo, con su propia historia, y yo sigo siendo otra historia tanto mas pequeña, que necesita vivirse y escribirse a si misma
V
Acumulo
Polvo
Grietas
Latas
Libros
Palabras
Silencios
Contemplaciones:
El vaiven de los mares
Y los trenes
Acumulo rechazos
Retazos
Ropa recien limpia
Paisajes
Aire sucio
Sufrimiento
Pequeñas victorias
Cansancio
Besos accidentales
Diplomas
Diagnosticos
Pronosticos reservados
Declaraciones imprudentes
Acumulo lagrimas
Y lagañas
Acumulo canciones
Palabras
Poemas
Y miles de historias que nunca voy a poder contar
Acumulo pero sé
Que al final del camino
Tendré que arrojarlo todo a la hoguera
Y arroparme en la oscuridad
Para morir
Verbo tan infinitivo
Tan infinito.
VI
Prefiero la incertidumbre. Nunca crei poder escribir algo asi pero es cierto. Hay quienes lo darian todo por conocer el futuro. Por saber que amores, que fracasos, que victorias, que celebraciones y que funerales. Yo prefiero no saber nada de nada. Quien sabe su futuro no puede más que esperarlo cada día con impaciencia, sabiendo que es inevitable. Yo simplemente paso de tal poder. Me basta con la misma certeza que todos tenemos e intentamos olvidar. Que la incertidumbre haga el resto.
VII
En realidad, el dilema es más sencillo que eso. Pienso en la muerte. Pienso en la nada, en la no existencia, en un sueño imposible de ser soñado y sin despertar. Me invade la más absoluta angustia. Cada músculo de mi cuerpo se contrae, se llena de agujas y clavos. Mis dientes se aprietan entre sí, cada fibra de mi mismo se niega a aceptar lo innegable. Pienso entonces en todo lo contrario. Allí esta el amor, esa es la sensación exacta, inmensa, detrás de la cual todos vamos inevitablemente. La pregunta que queda pendiente no es a donde quiero llegar. La pregunta es el como.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario