martes, mayo 30, 2006

Radiografia

Un sol eliptico y magenta, que reposa sobre mi, en el cielo gris con cruel indiferencia. Cerrándose sobre el poco a poco, un manto de nubes mugrientas se esparce con malicia inentendible. Una lumbre tenue, rosa y azul, atraviesa esta humareda negrusca con una fogosidad deprimente, que ante mis ojos todavía perezosos e incrédulos revela el alrededor todo, como una radiografía, inmensa y opaca radiografia. Aun hoy cuesta cierto trabajo despertar de aquel momento desde el cual ante mis ojos, todo el alrededor se decoloró tan superlativamente, que en mis pensamientos y confrontaciones internas mas recónditas, dejé de llamar a las cosas por su nombre verdadero.
Sigilosa, la mañana calla, expectante. No sobrevuela en este ambiente neblinoso el perfume de la lluvia nueva o la tierra húmeda. Solo una fragancia irritante a ese típico polvo añejo tan docto en estornudos y lagrimeos alérgicos, formando medanos y pequeños montículos de profundidad aerea.
En este pastizal yermo y ceniciento, el suelo es de cal y la hierba que lo alfombra de huesos en astilla. Las flores son solo su tallo moribundo, y de árboles de colores alguna vez vivos solo persisten sus esqueletos enramados.
Y atravesando de horizonte a horizonte la pradera, un rio, un pantano torrentoso y sanguinolento al cual los diminutos fósiles de peces extintos se entregan ciegamente entre pequeños saltos frenéticos a la superficie.

Y yo me veo reflejado en las ondulaciones de esas aguas turbulentas

Yo, blanco y negro versus yo azulgranate.
Yo escuálido y cadavérico, rosado y azul difusos disolviéndose en las pupilas.
Yo Anterior e inmediato, de repente sumergidos en un solo cuerpo que se asfixia, que se sofoca bajo esa acuosidad irrespirable, el presentepasadofuturo que no se desmenuza siquiera en una sola hilacha. Como una gran cinta aterciopelada, perfecta y cruelmente tensa.

Y entonces ya no queda en mí ni una gota de brisa , solo tormentas eléctricas, huracanes de fuego.
Y ni siquiera el eco de una voz transparente en el aire, solo timidos y espectracales susurros al oido
Y ya nunca mas rastro siqueiera, de aquellas viejas sombras corriendo misteriosas bajo la noche estrellada, solo esqueletos inhertes que se abrazan aplastados por una colina de escombros
Y de aquel sol primitivo y su fulgor ámbar incandescente, solo una llama violácea que se extingue, como una pequeña vela en un cuarto sin ventanas.

Y entonces otro instante que me desvanece
y yo
de nuevo en mi,
De pie y con la vista seca perdiéndose en el camino. Condenado a internarme a cada paso sin huella en este desierto de despojos, este paisaje desolador de aguas antaño azules, de tierras alguna vez negras y húmedas, con olor a lluvia nueva, de pastos naranja y verde y cielo amarillos y sombras bajo los arboles, hoy invadidas por hordas de fantasmas desalmados, sin destino ni causa. Avanzando junto a ellos enajenado de mis pasos, como si mañana-siempre-mañana, viniera un viento nuevo a devolverme la respuesta, a mi eterno mensaje de la botella, aquel en el que pregunto al mundo en cada hálito caprichoso


¿Cuando se encenderán nuevamente el sol lavanda, las estrellas secas?
¿Cuando lo gris volverá a su verde primitivo de aquellos días a cada momento mas lejanos?
¿Cuando lo muerto volverá a la vida aunque mas no sea por un pálido e ilusorio lapso?

¿Cuando dejare que se vayan los recuerdos, sin temor a la nostalgia?
¿Cuando el último adiós será realmente el último?
¿Cuando podré finalmente liberarme de ese instante efervescente como una tenaza oprimiendo los sentidos?

¿Cuándo dejaré de percibir el alrededor todo, como en una opaca radiografía?
¿ Cando volveré a sentir, atravesando como cuchillo el entramado mismo de este universo , hacia la cara exterior de esta realidad medular?

¿Existirá ese otro perfil, o será solo un recuerdo que inventé, una alusinación producto de la necesaria ceguera de estar vivo?

¿Cuando volverán a ser

los ojos hacia afuera,
Los parpados bien abiertos
la vista perdiendose hacia adelante, fuera de mi?

martes, mayo 16, 2006

Entre la gente

Entre la gente
yo
una acrobacia de luz
Esbozada
intentando renegar
Este laberinto de cuerpos
Y El asco, El vertigo
A levantar la frente
El olvido Una sombra con sombrero que se posa
que se pasea envuelta en paralisis
Su mano Me toma
Me oprime
Me flagela
Me desintegra
Su mano Me desenvuelve
Me arroja
Me desprotege
Me excomulga de su tacto.

Una alfombra de hojas amarillas bajo mis pasos
Pedacitos de mi
Que se marchitan
Y se hacen eco
Son añicos en las ventanas
que no estallan
Son esquirlas en los parpados
que no llueven
Son las siluetas de las casas taciturnas
que se desmenuzan en sombras
Son la lengua que se hace mil nudos en la garganta seca
Son las pupilas enjugadas y la mirada perdida entre el gentio
y vos
yo
gente
Maraña
de brazos
piernas
espaldas
Apretujandome la piel reseca, el cuerpo rendido al oleaje
Y desde la tierra Mas alla de toda esta marea
mas y mas tierra
¿y aun mas alla todavia?
Solo marea
mas y mas marea
Y Entre toda esta gente que se hace ovillo
nada, nadie
Vos sola, yo solo
soloyosoloyosoloyosolo
yo
soloyosoloyosoloyosolo
SOLO

y en mar añado