sábado, octubre 18, 2014

continum

hay días que quisiera que el colectivo  nunca llegara a mi parada
que la ciudad se volviera
un continúo infinito
un viaje eterno en el que nunca llego a casa, me lavo los dientes bajo las persiana me acuesto y todo vuelve a recomenzar
¿no es esa vida
con su café reiterado amargo polvoriento
un continuo incesante también?
quisiera pasar de barrio en barrio
todos con sus casitas bajas
que villa urquiza se extendiera hasta alaska o más lejos
ver las siluetas de los fantasmas en la noche
con las manos en los bolsillos
la luz de la luna sobre los adoquines
como leche derramada
que este instante de luz no se desvaneciera jamás
y entonces quizás podría escribir
con el cuaderno en mi regazo
de las cosas que importan
la ciudad, las casas la gente, la soledad
lo absurdo de la vida al despertar
como un viaje en colectivo
que dura para siempre.