
sepan disculpar mi pesimismo
es que hay una parte de mí
que no puede dejar de creer en fantasmas
especialmente porque ciertos recuerdos
se niegan a morir con dignidad
si todavía los diarios de hace treinta años
me resultan inconcebibles
menos esperen que comprenda
los de hoy a la mañana
sepan perdonarme si les ofendo la alegría
esa que tanto les ha costado construir
pero es que una parte de mí
no puede volver a creer
en profetas
mensajes de dioses apocrifos
que han muerto
y se ríen de nosotros
en el infierno del cielo
yo no pretendo con estas palabras
nada en absoluto
ni siquiera que compartan conmigo
la rabia, el miedo, la incertidumbre
tan solo me pregunto
otra vez en voz alta
si esto que pasa es la historia repitiendose
como farsa
u ocurriendo como tragedia
siempre por primera vez