martes, diciembre 20, 2011

2001

yo no digo que no valga la pena
escribir un poema para este aniversario
solo que a veces la poesia
con ese empecinamiento suyo
en apalabrarlo todo
se pone a si misma en un aprieto
ya se lo preguntó alejandra:
cómo explicar con palabras de este mundo
lo que no se dice con palabras
lo que no se dice
mas que con cada fibra del cuerpo
con cada movimiento
lo que no puede ser dicho asi
en este no-lugar
universo abstracto
irreal
que es la letra negra sobre el papel
blanco
lo no puede ser pronunciado más
que por esa voz que es de todos
y que no es de nadie
(que pocas son las cosas en este mundo
que todavia
no son propiedad de nadie)

y entonces a la poesía
no le queda otra que sincerarse
aceptar que para decir
cada uno de esos cuerpos
(pobres, jovenes, locos,
drogadictos negros, trolas y trolos
putos y putas
militantes y no militantes
feos, sucios y malos)
para decir la muerte infinita
que trajo cada bala calibre policial
el dolor en la panza por el hambre cotidiano
la verguenza, la resignación, el hastío
sencillamente no hay palabras

por un rato, solo por un rato
a la poesía le hace falta
callar
y a los poetas
salir a la calle
a cantar lo que su pueblo canta
a sostener bien alto sus colores
pero por sobre todo:
resignarse de buscar
las palabras adecuadas
mientras se hace la historia.

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