domingo, mayo 24, 2015

verano maquinaria

hoy llueve y es domingo
y es enero
el corazón late intermitente
perezozo como el pulso de este día zombi
el calor sublimando transpiración
en cuestión de segundos
la tristeza como una interferencia
los parpados pesan eras
mi cuerpo flota amiótico
no hay nadie afuera en la calle
ni en las redes sociales
ninguna red nos contiene
caida libre hacia el aburrimiento
y la desesperacion
solo queda sentarse en la mesa vacía
tramar un pacto con la ausencia
a la espera de quien no llega:
acaso sea esa mi única forma
insoportablemente leve
de estar.


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