viernes, diciembre 25, 2009

incertidumbre

no le temo la noche que se cierne
como buitre sobre un corazón de niño
ni al destino porque sé
que no existe
y no estará allí
para discutir a la muerte
llegado el caso
no le temo a mi propia sangre
aunque quisiera no verme nunca más
sangrando

no le temo a los venenos secretos
a las maldiciones de otras eras
a los colores que no puedo
imaginar siquiera en la oscuridad
tampoco a las palabras
cuyo significado se ha perdido
irremediablemente

no temo no llegar a tiempo
que todos se hayan ido a casa
estoy más que acostumbrado
a la desolación
tampoco al polvo del camino
ni a lo que se esconde detrás
no temo no poder regresar
en verdad a lo único que temo
es al regreso.

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